Monte Hood, Oregón, EE.UU.
El Monte Hood se eleva imponente en el horizonte de Oregón, Estados Unidos, con su cima puntiaguda y perpetuamente nevada. Alcanzando los 3425 metros de altura, este estratovolcán dormido se corona como la montaña más alta del estado, atrayendo a aventureros y amantes de la naturaleza de todas partes. Con 12 glaciares nombrados y extensos campos de nieve, el Monte Hood ofrece un escenario invernal durante todo el año.
Pero al otro lado del Atlántico, en España, encontramos nuestros propios gigantes naturales. Tomemos por ejemplo el Teide, en las Islas Canarias, una majestuosa montaña que, con sus 3.715 metros, se erige como el pico más alto de España. Al igual que el Monte Hood, el Teide es un volcán durmiente, con un manto blanco en su cumbre en los meses más fríos, y también presenta una rica biodiversidad con su exclusiva flora y fauna.
El Monte Hood se alza entre ecosistemas variados, albergando bosques ancestrales y refugio para la vida salvaje, incluyendo pumas y lobos. En los últimos 1.800 años, ha entrado en erupción en tres ocasiones. Los geólogos aseguran que, mayormente dormido, aun así, guarda la intrigante posibilidad de despertar algún día. Del mismo modo, el Teide registra episodios volcánicos en su historia geológica, siendo un recordatorio de la dinámica y sorprendente naturaleza de nuestro planeta.