Enclavado a más de 2.400 metros de altitud, este lago de origen glaciar es parte del espectacular Parque Nacional de Aigüestortes i Estany de Sant Maurici, donde cada año más de medio millón de personas se asoman para respirar la pureza y el misterio de su fauna y flora. Rodeado por cumbres imponentes como el Tuc de Saburó y el Pic de la Mainera, este tesoro glacial es solo uno de los veintiséis lagos entrelazados de la Vall Fosca.

Imagina caminar sobre el hielo, donde el agua baila entre meandros y fluye de un lago a otro en un ciclo sin fin. Pero la magia de Colomina no acaba en sus aguas, el parque, con sus más de 40.000 hectáreas, se convierte en santuario para ciervos, marmotas y águilas reales, mientras que los pinos negros y abetos roban el aliento a lo largo de los senderos.

Aquí, donde la travesía se transforma en cada época, las temperaturas pueden caer implacables y el viento perfila la nieve en obras de arte efímeras, la aventura está garantizada. ¡Visitar el Estany de Colomina es sumergirse en la majestuosidad intacta de la naturaleza y redescubrir los sentidos!