El cometa Swift-Tuttle tiene una órbita elíptica alrededor del Sol y es responsable de la famosa lluvia de estrellas que ocurre cada año entre julio y agosto. Las partículas de polvo y rocas que deja el cometa al paso por su órbita cruzan la órbita de la Tierra y dan lugar a las tan esperadas Perseidas.

Si miramos el cielo nocturno, las estrellas fugaces de las Perseidas parecen provenir de la constelación de Perseo, dando origen a su nombre. Esta constelación se encuentra en el hemisferio norte y es fácilmente visible desde latitudes boreales durante gran parte del año.

Para este año tendremos la máxima actividad prevista para el día 12 y 13 de agosto, y podremos disfrutarlas en un maravilloso cielo nocturno durante estos días, ya que la luna nueva tendrá lugar el 16 de agosto. ¡Así que no te olvides hoy de mirar hacia arriba y dejarte deslumbrar!