Vigía, advertencia y símbolo de esperanza y hogar, los faros existen desde hace miles de años, y hoy, Día Mundial de los Faros, es un buen momento para considerar su presencia en la historia de la humanidad. El primer faro conocido, el Pharos de Alejandría, tenía una altura estimada de unos 100 metros, pero en esencia era una gran plataforma de fuego elevada. La tecnología de iluminación avanzó a lo largo de los siglos hasta culminar en los faros eléctricos actuales, que pueden verse a más de 20 millas náuticas de distancia a nivel del mar, es decir, alrededor de 37 kilómetros. El faro de la Isla Bodie, construido en 1872, domina una sección del océano conocida como el “Cementerio del Atlántico”. Desde entonces ha hecho todo lo posible por eclipsar a las estrellas mientras guía a los marineros a buen puerto.