Ardilla roja euroasiática (© Westend61/Getty Images)
¿Está esta ardilla saltando hacia un día más? Un año bisiesto existe porque la órbita de la Tierra y nuestro cómputo anual habitual están ligeramente desincronizados. La Tierra tarda 365 días, 5 horas, 48 minutos y 46 segundos en girar alrededor del Sol. Para compensar esas 5 horas de más, febrero tiene un día más, un día bisiesto, cada cuatro años. El concepto, que se remonta a los antiguos romanos, se perfeccionó en el calendario gregoriano, introducido en 1582 por el Papa Gregorio XIII. Aunque el propósito de este día es mantener nuestro año alineado con el calendario solar, también puede servir como un día extra para prepararnos para la primavera.
Culturas de todo el mundo marcan este día con costumbres únicas. En Irlanda y Gran Bretaña, las mujeres proponen matrimonio a los hombres; en Grecia, se dice que casarse durante un año bisiesto trae desgracias, y en Francia se publica un periódico satírico. En España, el año bisiesto se vive sin supersticiones destacadas, pero no deja de ser un motivo de conversación y alguna que otra broma.