Llega ese momento del año en el que adelantamos el reloj una hora. Perdemos algo de sueño, pero ganamos tardes más largas para disfrutar. El horario de verano tiene un propósito claro: aprovechar mejor la luz natural y reducir el consumo de energía. Aunque muchos creen que fue idea de Benjamin Franklin, su propuesta de "ahorrar velas" en el siglo XVIII era más una broma que una medida real. No fue hasta el siglo XX cuando varios países lo adoptaron para ahorrar combustible en tiempos de guerra.

En España, este cambio se aplica desde 1974 y rige de marzo a octubre. Gracias a su ubicación, aquí disfrutamos de muchas horas de sol y ciudades que ofrecen atardeceres tardíos que invitan a pasear.

El reloj de la imagen de hoy, la Torre del Reloj de San Marcos, se encuentra en Venecia, Italia, donde ha estado marcando el tiempo durante más de 500 años. Esta obra maestra del Renacimiento sigue la luna, el sol y el zodíaco. En lo alto se eleva el icónico león alado de la ciudad y dos moros de bronce que tocan la campana con precisión teatral.