Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Huesca, Aragón, España
El hemisferio norte del planeta se despide del verano para dar la bienvenida al otoño. El equinoccio de otoño marca este momento. Su nombre proviene del latín y significa “noche igual”, haciendo referencia al hecho de que la duración de la noche y el día se equiparan en este punto del año.
Los árboles del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido (Huesca) se preparan también para este cambio de estación, cambiando la tonalidad de sus hojas a tonos más ocres, que terminarán por cubrir el suelo de un manto cobrizo cuando caigan.
El valle de Ordesa, situado en el Pirineo Aragonés, fue uno de los primeros del mundo en ser reconocido parque nacional, nada menos que en 1918. Su ampliación al territorio que cubre actualmente se llevó a cabo en 1982. Su gran estado de conservación hace de él un destino ideal para los senderistas y montañistas que quieran disfrutar de este paraje natural. Así que ponte las botas, coge tu mochila y descubre sus maravillas.