Parque Nacional de los Lagos de Plitvice, Croacia (© Massimo_S8/Getty Images)
¿Por qué visitar un lago si puedes visitar 16? El Parque Nacional de los Lagos de Plitvice en Croacia es testigo de un capricho geológico que regala un espectáculo de aguas cristalinas repartidas en 16 lagos terrazados, que se comunican a través de cascadas vaporosas engarzadas por la naturaleza. Este escenario de ensueño se sitúa en el seno de una de las reservas más grandes y antiguas del país, donde las montañas de Mala Kapela, Medveđak y Plješevica entregan sus aguas a este paraíso. Aquí, el tiempo ha esculpido barreras de tufa, creando una escenografía que parece diseñada por los dioses.
Cada año, más de un millón de visitantes recorren sus senderos y pasarelas de madera, sumergiéndose en un destino Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. E incluso en invierno, la belleza es inmutable con cascadas que parecen detener su danza, congeladas en el tiempo.
Si buscas un paralelismo en España, las Lagunas de Ruidera, en Castilla-La Mancha, te ofrecen igualmente un espectáculo de cascadas y láminas de agua entrelazadas, aunque en una escala más íntima. En ambos lugares, la geología se convierte en poesía líquida, cautivando a la mirada y el espíritu.