En la remota bahía de Disko, bajo el sol austero de Groenlandia, reside una de las criaturas más impresionantes del océano: la Ballena jorobada. Este gigante del mar, conocido por sus espectaculares saltos y complejos cantos, representa la naturaleza en su estado más puro y salvaje. Curiosamente, estas ballenas no nacen con la habilidad de cantar, la aprenden con el tiempo, como si asistieran a una escuela oceánica de música.

Este año, mientras España se deleita con los relatos de estos íconos marinos, en Estados Unidos se celebra el 50 aniversario de la Ley de Especies Amenazadas. Esta legislación ha sido crucial para la protección de la Ballena jorobada y su conservación está dando sus frutos, un ejemplo de esperanza que resuena a lo largo de los océanos del mundo. Su lucha por la supervivencia nos recuerda la importancia de preservar la biodiversidad en nuestro planeta.