Renos corriendo en la nieve, Alaska, EE.UU. (© Michael Quinton/Minden Pictures)
En la mágica mañana de Navidad, mientras las luces brillan y el aire desprende aroma a mazapán, no sería descabellado imaginar a los valientes renos de Papá Noel surcando los cielos. Estos singulares animales, inmortalizados en la cultura navideña desde el siglo XIX, son verdaderos atletas de la naturaleza. Sus características los hacen únicos: un pelaje denso para el frío más intenso y una visión que desafía los límites de la luz, adaptándose desde la blanca tundra a la oscura noche polar. En la vastedad de su hábitat natural, desde Siberia hasta Norteamérica, los renos hacen gala de pezuñas camaleónicas que se expanden o contraen frente a los caprichos del terreno y el clima. Este Día de Navidad, entre villancicos y turrón, recordemos con fascinación a estos nobles compañeros de Santa, que, aunque no los veamos volar, en su ágil carrera por la nieve, nos recuerdan la magia que encierra esta fecha. ¡Feliz Navidad a todos!