El castillo de Haut-Barr es una fortaleza medieval situada a 450 metros de altitud, en el norte de Alsacia. Construido en 1170, sufrió importantes transformaciones y restauraciones a lo largo de los siglos. Su construcción fue iniciada por los obispos de Estrasburgo con el propósito de vigilar el valle del Zorn y la llanura alsaciana, lo que le valió el evocador sobrenombre de "el ojo de Alsacia". En un día despejado, es posible vislumbrar la cúpula de la catedral de Estrasburgo.

El castillo, construido sobre tres rocas, está unido por un puente, conocido como "el Puente del Diablo". Cuenta la leyenda que su construcción se atribuye al diablo, ya que habría sido imposible que alguien construyera un puente tan robusto. Se cuenta que un diablo disfrazado de vendedor ambulante apareció en la entrada del castillo y ofreció sus servicios para construir el puente. A cambio, pedía el alma de la primera criatura que lo cruzara. Para evitar el sacrificio de un alma humana, los obispos enviaron a un animal a cruzar primero el puente. A veces, incluso el diablo tiene dificultades para competir con el engaño de los demás.