El pintoresco condado de Somerset, en el suroeste de Inglaterra, es famoso por sus hermosos campos de lavanda. Deleitan los sentidos con sus vibrantes tonalidades y fragantes flores, y ofrecen un espectáculo cautivador. La lavanda llegó a Inglaterra con los romanos hace unos 2.000 años. Aunque la lavanda es agradable a la vista, es probable que los romanos la trajeran consigo por sus múltiples usos prácticos, como cocinar, repeler insectos y como antiséptico. Muchos perfumes, modernos e históricos, llevan lavanda, y se dice que la reina Isabel I la utilizaba. Hoy en día, los campos de lavanda siguen siendo comunes en Inglaterra, y estos de Somerset son una auténtica delicia que hechiza a todo el que se topa con su belleza natural. Además de su atractivo natural, la lavanda tiene muchos beneficios para la salud, como reducir el estrés y mejorar el sueño. Y si estás pensando en una escapada, sin duda Somerset te transportará a un cuento de olores y colores.