En el corazón de Cataluña, donde la historia se fusiona con paisajes de ensueño, se yerguen majestuosos los Roques de Benet. Como guardianes milenarios del Parque Natural de Els Ports, estas enigmáticas formaciones rocosas encierran secretos de un pasado diverso. Elevándose hasta los 1.000 metros, ofrecen una ventana a impresionantes vistas del delta del Ebro, con arroyos serpenteantes y bosques de pinos que invitan al visitante a explorar sus senderos.

La palabra Benet procede del árabe, lo que alude al variado pasado que ha tenido la zona, con pobladores árabes y cristianos. En la actualidad, el parque alberga una variada fauna, desde cabras montesas y nutrias, hasta buitres y águilas. Los animales no son los únicos habitantes de la zona. Los pueblos enclavados en la base de este macizo tienen un sentido de comunidad y aún mantienen sus tradiciones compartidas, como la ancestral artesanía de utilizar fibras vegetales para crear cestas y utensilios de cocina.