Los paisajes escoceses, a menudo de aspecto sobrenatural, son un testimonio de la belleza cruda y mágica que la naturaleza puede crear. El Storr, un pináculo rocoso de casi 50 metros de altura en la isla de Skye, no es una excepción, ya que se asemeja a un hombre mayor de aspecto misterioso cuando se mira desde el ángulo correcto. Un lugar perfecto al que visitar y perderte entre sus maravillosos fiordos y silenciosos senderos. Si vas a este espectacular y colorido país no puedes perderte su pintoresca capital, Portree, con sus llamativas casitas a orillas del mar de las Hébridas y su espectacular gastronomía local.