Cosecha de nenúfares, delta del río Mekong, Long An, Vietnam
En el corazón de Vietnam, donde los arrozales esmeraldas se extienden hasta el horizonte y un caudaloso río fluye con aguas reparadoras, las crecidas se convierten en una danza anticipada entre naturaleza y cultura. El río Mekong experimenta crecidas todos los años, lo que lo convierte en un paraíso para los fotógrafos. Adornados con elegantes nenúfares o loto que se nutren de las crecidas, los agricultores de la provincia de Long An, en el sureste de Vietnam, dedican sus días a cosechar la floración de las plantas. Las inundaciones anuales aportan nutrientes, enriqueciendo los campos y ayudando a crecer a estas flores. Estos nenúfares también suministran alimentos y contribuyen a la economía de la comunidad, ya que los tallos son comestibles y la planta se puede preparar en té. Estas flores de tallo largo rinden homenaje a la capacidad de la naturaleza para generar momentos de asombrosa belleza que inspiran y elevan el alma humana.